martes, 12 de julio de 2016

CUÁNDO EMPEZAR A EDUCAR A NUESTRO PERRO


Los perros comienzan a aprender desde que nacen, por ello, se recomienda empezar a trabajar lo antes posible entendiendo siempre sus necesidades en cada etapa. En el periodo crítico de socialización (de 0 a 4 meses) junto con su camada, comienzan a desarrollar sus estímulos y a aprender algunas normas básicas de conducta. Si le tienes desde esta etapa, te recomiendo que no te preocupes en enseñarle obediencia, en este momento de su vida, lo que el perro necesita es descansar, tener tu compañía y sentirse seguro

En la etapa de cachorro (de 4 a 5 meses), comenzará a explorar y a interactuar socialmente. Desde el momento que esté vacunado, comienza a trabajar con él enseñándole a interactuar socialmente (con personas y otros animales) de forma sana y correcta, lo ideal sería juntarlo con otros perros adultos y equilibrados. Esta etapa será decisiva en el desarrollo de su comportamiento.

Trabaja con él físicamente para que desarrolle su musculatura y articulaciones. Manipúlale de forma cariñosa, tócale suavemente en lugares donde no le gusta tanto (como  las almohadillas, patas traseras), con ello evitarás futuros problemas (como llevarle al veterinario). Acariciarle también es importante porque estarás creando un fuerte vínculo de confianza con él y poco a poco, le demostrarás que las caricias y tu atención, también suponen un refuerzo o premio, algo muy útil para el futuro aprendizaje.Y sobre todo, respeta su descanso, es muy importante que esté tranquilo y que también aprenda a estar tranquilo cuando está contigo.

Es muy importante entender que en estas etapas, tu perro aún no es un adulto, y por tanto no debes regañarle, debes enseñarle siempre en positivo. Piensa que los cachorros son auténticas esponjas, para ellos es natural que les impongas normas de conducta, toda la información de su entorno va a ser aplicada y por ello, sería muy injusto castigarle por no cumplir las normas que nunca le has enseñado. Debes comenzar a enseñarle las reglas poco a poco, reforzando cada estímulo con alabanzas y premios. En sus primeros meses, el castigo representa un retraso inútil en su educación.

Los perros son capaces de aprender normas de conducta básicas a partir de la 8ª semana, ten en cuenta que deberás trabajar con paciencia y persistencia. Tampoco le pidas muchas señales, ya tendréis tiempo de aprenderlas. 

Conducta básica para cachorros: ¿Qué les podemos enseñar? 

No te obsesiones en enseñarle a hacer pis y caca en el sitio designado por ti, delimita una zona y pon empapadores, pero no te preocupes, acabará haciéndolo solo en la calle.

Socialización, muy importante antes de las 16 semanas, momento en el que aprenderá a relacionarse evitando así patologías futuras tan comunes como el miedo o la ansiedad. 

No le dejes morder otros objetos que no sean los que tú le propones y mucho menos tus manos. En vez de regañarle, limita el espacio donde quieres que esté y proponle otros mordedores específicos para cachorros.

Muéstrale cuál es su sitio de descanso, a partir de los 4-5 meses puedes empezar a dejarle solo en algunos momentos. Prepara una habitación agradable donde tenga cosas que le gustan, con esto evitarás futuros problemas de ansiedad por  separación. Si te llama, acude siempre a su auxilio o asociará el miedo a estar solo.

En la edad juvenil, con todo esto aprendido, puedes empezar a trabajar en las normas básicas: comer a la orden, sentarse o quedarse quieto cuando le digas. En esta etapa, y bajo mi punto de vista, lo que mejor funciona es el método “adiestramiento por motivación”, refuerza sus buenas conductas con atención, cariño o premios.

Recuerda que todo el trabajo que realices mientras todavía es un cachorro derivará en una mejor capacidad de aprendizaje y resistencia al estrés. Evidentemente, y según su edad, los métodos de adiestramiento varían, por eso, ten en cuenta que sea cual sea su edad, TODOS los perros deberían ser educados, ya sea por sus propios dueños o por un profesional, de esta forma evitaremos tantos abandonos, frustraciones o dueños mordidos por sus mascotas.



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