jueves, 25 de agosto de 2016

CÓMO PRESENTAR A UN PERRO CON OTRA MASCOTA

La semana pasada adopté en la protectora abrazo animal a Pho, un conejito belier joven y macho. En casa tengo un perro mestizo de 9 años, Chispa, y aunque conozco muy bien a mi perro, siempre tienes la duda de si la introducción de una nueva mascota a casa va a perjudicar su calidad de vida.

Ni he adoptado a Pho pensando en que esté todo el día encerrado en su jaula, ni pretendo que la convivencia atormente a Chispa, por ello, os quiero dar unos consejos y demostraros que cualquier perro, es capaz de saber convivir con otra mascota "de presa" si hacemos una correcta introducción.



El primer día, traje a Pho en un trasportín, y lo dejé en el suelo de la cocina. Debemos tener en cuenta que la nueva mascota también está asustada y que tiene que habituarse, por ello, lo mejor para él es que esté en un sitio tranquilo, con una temperatura adecuada y no ir a saludarle todo el rato. Debe estar tranquilo en su jaula y conseguir que se sienta seguro.

En cuanto le posé en el suelo (con el trasportín), el perro comenzó a dar vueltas alrededor, a olerle y a rechupetearse, esto me preocupó en cierto modo, pero a los 10 minutos, el perro ya estaba tranquilo, y tumbado a su lado. El conejo estaba inmóvil, pero cuando Chispa se calmó, se acercó a la puerta del transportín a olerle.


Estuvimos así dos días, el perro se estaba acostumbrando al nuevo olor, y el conejo se estaba acostumbrando a la presencia del perro. Para darle de comer, lo hice siempre dentro, abría la puerta y se lo daba en la mano, todo con movimientos suaves. El perro estaba al lado mio, mirando, pero sujeto, para que no se acercase demasiado.

Al perro no debes regañarle por intentar olerle, pues cuando lo haces, le estás transmitiendo que debería temerle y complicaría las cosas, simplemente puedes tenerle sujeto a una distancia sin darle tirones y él se acabará relajando.

Es normal que ambas mascotas tengan seguridad, debemos dejar que se relacionen, siempre con precaución, primero dentro de la jaula, después con el perro sujeto.

Como Chispa estaba totalmente relajado con él, es un perro muy educado, y el conejo estaba mostrando mucho interés, decidí a cogerle en brazos y permitir que el perro le oliera. Chispa fue muy educado y lo hizo de forma muy suave. Ese día hicimos eso mismo varias veces. Es importante hacerlo con seguridad y en periodos cortos de tiempo. Si notas algún problema, lo mejor es que pares la socialización y que pruebes a hacerlo al día siguiente.


Al cuarto día dejé salir a Pho, le abrí la jaula y fue él quien quiso salir. Chispa según lo vio fue a saludarle y el conejo se asustó y volvió a la jaula. Siempre presente y controlando la situación, debes quedarte ahí, los conejos son muy asustadizos pero es posible que su curiosidad les haga volver a salir e intentarlo.


Los primeros días debes supervisar cada movimiento, eliminar pelotas y juguetes que puedan provocarle un pico de estrés al perro, ser suave y sobre todo, vigilar los cables!


Ahora, una semana después, están los dos solos en el salón, tumbados en el suelo y no pueden evitar acercarse de vez en cuando para olerse. Espero haberos ayudado, cualquier comentario estaré encantada de contestaros.

Cualquier duda, estaré encantada de que me escribáis.

Saludos!

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